sábado, 20 de mayo de 2006

Una visión “individual” sobre el individuo en épocas de Globalización

Una visión “individual” sobre el individuo en épocas de Globalización
Sesión 2 - Mayo 20 de 2006


Por. Alfonso Arcila G.

Aclaraciones pertinentes
Este no pretende ser un ensayo sesudo sobre la globalización, más bien una visión empírica del tema. Será un acercamiento personal.
No soy experto en este tema, ni en ensayos. Así que perdonen repeticiones y falta de claridad que puedan encontrar en este ejercicio.
Me atreveré. Correré el riesgo, así me pierda. Sé que es difícil hilar un discurso. Pero hay que hacerlo.
No pretendo dar soluciones. Solo mostrar algunos hechos. El juicio será luego.
Claro que no quiero aguar la fiesta, pero tampoco hacer parte del coro.
No he leído muchos libros sobre este tema.
Partiré de mi experiencia de-vida y tratando de aterrizar todas estas teorías a la vida cotidiana.

A modo de inicio. Grandes interrogantes
¿Quiénes somos ahora?
¿Cuándo nos llevaron a este corral? ¿Cómo nos acorralaron?
¿Qué hacemos para seguir o salir?
¿Sabemos para dónde vamos o para dónde nos llevan?
¿Qué queremos de nuestros hijos o alumnos? ¿Cómo los educamos?
¿Qué nos depara el mañana?
¿Qué nos han matado con esta globalización?
Todo son preguntas. ¿Hay respuestas? Difícil.
En todo caso sin tratar de ser subjetivo, voy a enumerar hechos, que espero sean pruebas suficientes para juzgar estos tiempos modernos –como diría Chaplin- , este maldito tiempo que nos tocó vivir. No tenemos otro. Hagamos lo mejor de él.

Hay tantas formas de acercarse y criticar esta globalización. Por ejemplo desde lo político. Desde lo económico. Desde lo social.
Pero al individuo quién lo defiende, con qué coraza protegerlo ¿Cómo?, si esta indefenso ante tantos ataques. Por todos lados se ve atacado y ni cuenta se da.
¿O sí?.
Y qué hace para defenderse, si está solo, junto con todos los demás.
¿Cómo se cuestiona?
¿Qué hace para detenerse y no caminar con la manada hacia el matadero?
¿Hasta dónde nos ha llevado esta carrera hacia ninguna parte? ¿Hacia dónde? ¿Alguno de ustedes sabe hacia donde vamos? ¿Alguno se atreve a una respuesta?
¿Será que vivimos felices porque tenemos la sensación de poseer cosas?
¿Será que realmente nos preocupamos por los que no tienen?
Creo que ya no es tiempo de mesianismos políticos, ni de ser héroes o mártires. Debemos ser otra cosa ¿Qué? Tranquilos que yo tampoco sé.

Creo que debemos ser partícipes de la fiesta. ¿Cómo?. He ahí el gran dilema. Solo sé que no quiero estar en la olla, ni tampoco de comensal.

Si en esta globalización, no existe el individuo. ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo lograr humanizarlo? Armonizar el desarrollo vs. el individuo. Imposible dirán algunos con este sistema. ¿Construir otro? ¿Y cuál? ¿Por qué medios?
Como ven solo vengo con preguntas, porque estoy tan perdido – solo en este tema- que no sé hacia donde me llevan.
Aunque no quiero aparecer como dócil corderito del sistema actual, tampoco como un crítico acérrimo que nada le sirve.
Creo que debemos ahondar y aprovecharnos de algunas cosas y usarlas a favor de nosotros ¿Cuáles? Ayúdenme a descubrirlas.

Por fin los hechos
Tomémonos la palabra y que nos escuchen. Digamos en lo que no estamos de acuerdo. Que no hablen por nosotros, ni por nuestros hijos.
Piensan que no pensamos. Y tampoco.
Tratemos de decodificar el discurso que nos han montado y así podremos entenderlo. Mencionaré algunos hechos y cada uno de ustedes verá otros.

Primer hecho.
Nos han atomizado. Nos han separado muy sutilmente, sin que nos demos cuenta. Qué es sentarnos frente a la TV, sino una separación del grupo. Se dirigen a cada uno y cada cual absorbe como esponja y luego lo que hace es repetir el mismo discursito que escuchó en la pantallita. No hay crítica. Lo que vemos o escuchamos lo tomamos como verdad absoluta. Y como diría el gran poeta Omar Khayyam, por allá en el siglo 11 “no existen verdades comprobadas, pero si hay mentiras evidentes”.
Qué nos espera, si nuestros filósofos de cabecera son las modelitos light que aparecen al final de todo noticiero.
¿Ponemos en duda lo que dice, por ejemplo, Discovery chanel? Lo tomamos como conocimiento científico. No dudamos. Gran pecado.

Segundo hecho.
Nos han vuelto consumistas. Compradores compulsivos. Compramos y compramos cosas. ¿Para qué? Como decía el filósofo: “Necesito pocas cosas, y lo poco que poseo, lo necesito poco”. Nos dejamos montar en el consumismo. Vean si no. Necesitamos un TV en cada cuarto de la casa, lo mismo que un equipo de sonido. ¿Por qué y para qué? Necesitamos bulla todo el tiempo. ¿Nos da miedo, acaso, el silencio? ¿Enfrentarnos a nosotros mismos? ¿Por qué? Este discurso lo hago porque estoy solo. Porque quiero pensar. No prendo ni TV, ni equipo, sino no podría, ni tendría tiempo. Siempre estamos buscando compañía. Nunca nos encontramos con nosotros mismos. Hay que tener estos espacios. Hay que defenderlos ante cualquier ataque.

Tercer Hecho.
Lo vacío salta a la vista. En estos días – casualmente- vi una guía-texto de bachillerato del instituto Ferrini y ¿saben cuál era la bibliografía de la materia? Walter Riso (hasta risa me dio) y el padre Gallo. ¿No les da tristeza, que nos estén metiendo gato por liebre?
Quién nos va a salvar, si esa literatura sin profundidad, sin vida, llena de formulitas, es la que se campea por estos tiempos.
¿Quién nos ayudará a entender la vida, el alma humana? Lo profundo y complejo que es el ser humano. Si estos, dizque pensadores, se han aprovechado y han pescado en río revuelto y nadie los contradice. ¿Por qué? ¿Somos frágiles? o se han aprovechado de nuestra ignorancia, del vacío espiritual de tantos y tantos.
Si, es tanto el vacío espiritual. O si no cómo se explica que hayan entrado tantas religiones o sectas, como en ningún otro tiempo. Cada garaje es una iglesia diferente. Nos llenamos de pastores, de visionarios, de portadores de la verdad. Claro. Piensan por nosotros y así no nos tenemos que esforzar.

Cuarto hecho.
Y ¿Dónde está la ciencia?.
Nos hemos olvidado de la ciencia. Del método científico.
Cienciología, parasicología, astrología y cuantas pseudociencias… Solo porque la practican famosos ya la damos por verdad.
Conozco -con tristeza- muchos profesionales que se han dejado seducir por alguna de estas tendencias modernas. Se han escudado dizque en una espiritualidad, buscando una tranquilidad del alma. Una falsa espiritualidad. Refugio para el vacío, diría yo. ¿Se perdieron los ideales? Para no sentirnos culpables nos refugiamos en la meditación. Para lograr alguna paz. Para no sentirnos responsables y no tener que luchar. Para sentir que vuelan. Pues es hora de que aterricen. ¿Por qué nos dejamos llevar por ellas? No he podido entenderlo, ni explicarlo. ¿Dónde estamos nosotros? ¿Entonces para qué estudiamos? ¿Para qué nos acercamos al conocimiento, si caemos tan fácil?. Si somos presa fácil. ¿Qué diremos entonces de los más indefensos? ¿Del pueblo en general?.

Quinto hecho.
¿Creían que no lo iba a tocar? Pues sí. El Internet. ¿Cómo caímos en la red que nos tejieron? Se acabaron los encuentros personales. Sentir la otra piel cerca. El otro cuerpo. La presencia -esa – que te pone la carne trémula. Ya todo es virtual. ¿Cómo consiguen los amigos, los jóvenes de hoy en día? Nos han separado y a fe que lo han logrado. ¿Cuándo, un joven, visita la biblioteca, para dejarse seducir por los libros y darse a la tarea de buscar página a página y hacer el ejercicio de leer y sacar resumen? ¿Para qué? Si todo está en la red ¿Será facilismo? O hay algo más que eso. Les dejo la inquietud.
No quiero decir por ello, que el Internet sea malo per se. Ni ir en contra de la tecnología. Personalmente le he sacado mucho provecho. Con mi hija pude hablar a diario, por 4 años de ausencia, y eso que nos separaba un océano. Hablábamos como si la tuviera aquí. ¿No es maravilloso?

Hay temas que no me atrevo a profundizar, pero si quiero mencionar tangencialmente.
El primero es porque es un tema de género y profundamente sensible: la mujer y la globalización. Creo que en algún momento lo debemos enfrentar. Pues si alguien ha sufrido y soportado el peso de la sociedad en estos siglos, es ella. Estoy con ellas. Les debemos una disculpa histórica. Ellas son parte del todo como personas iguales. No se deben sentir menos. Claro, ojo, ni más.
Debemos jugar a iguales. A ganar lo mismo. A ser partícipes tanto en la oficina, como en el hogar. No hay que hacerle el juego al capitalismo voraz, que las metió -algún día - de obreras, porque necesitó mano de obra barata. No imaginó -el capitalismo- el poder de ellas. Están cambiando el mundo y lo están mirando con otros ojos. Hay que aprender de ellas.

Otro tema insoluble, es la juventud y la globalización. Están tan indefensos. Nosotros -hablo por mí- en la juventud, teníamos por qué luchar, creíamos en un futuro mejor y se nos iba la vida en ello. Soñábamos con la utopía. La veíamos posible. No era un solo pensamiento el que regía el mundo.
Preguntémosle a la juventud qué quiere. ¿Por qué lucharía? ¿En qué sueña? ¿Cuál es su utopía? Creo que me dará miedo la respuesta.
En un mundo donde lo rige un solo pensamiento. Cuàl serà la salida de nuestros jóvenes?. qué les depara el mañana?. ¿Cuál es su futuro? Parece que no hubiera, verdad.
Hoy todo se volvió una carrera. Nos volvimos corto-placistas. No hay fondistas. Todo es para ya. Un niño sale –apenas- de la guardería y se le celebra como si fuera un doctorado. Con diploma colgado de la sala. Mencionaré solo otro caso: los jóvenes ganan un examencito y celebran como si hubiesen ganado el premio Nobel. Triunfos pírricos. Nos dejamos envolver por triunfos de papel, para sentir una falsa sensación de felicidad. Es que no hay otras. Para pensar que somos triunfadores. Nos volvimos ansiosos.
¿Quién dirige todos estos mensajes, si no es la maquinaria bien montada para ello?
¿Qué ha cambiado de los años 70s a hoy, en este mundo homogeneizado?

Otro tema apasionante y que no alcanzo a profundizar. Solo lo dejaré en el tintero: el individuo y su nuevo rol laboral. Esto si que ha cambiado. ¿Cuántas cosas no se han perdido?
El subempleo, es un resultado brutal de esta época. ¿Qué se busca con ello? Y es deliberadamente maquiavélico.
Creo que justifica luego ahondar en este solo tema.

A modo de conclusión:
¿Nos detenemos a pensar en tantas cosas cotidianas?
¿En los hechos que día a día están haciendo la historia?
¿Quieren más pruebas?, ò ya podemos entrar a juzgar. Sea o no el caso.
Como ven, este es un acercamiento totalmente personal a la visión globalizadora del ser, pero son temas que me apasionan y me preocupan en demasía.
No crean que lo dije todo. Todo está por decantar. Espero no haber estado muy desfasado.
Y como decimos los poetas: El fin de un poema, es el inicio de otro.

Muchas gracias.

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