martes, 1 de mayo de 2018

Convocatoria N 007 Invita este sábado 5 de Mayo a soñar cantando mi País, con Pala. ​​





Tenemos derecho a cierta
sobredosis de pecado
y a usar los libros sagrados
para abonar una huerta,
para cuñar una puerta,
para guardar los recibos.
Que tiemblen los erosivos
vendedores de preceptos:
para todos sus conceptos
hay un anticonceptivo.
A que el amor me conmueva
sin importar el estuche,
a que los curas escuchen
desde el sopor de su cueva
el son de la luna nueva
bailado por dos mujeres.
¿Quería borrar placeres
y arrebatarnos el saldo?
¡pues tenga, señor, del caldo,
las dos tazas que no quiere!



* * *


El Grupo Sofos tiene el gusto
de invitarle a la conversación:

Soñar cantando mi país:
Proyecto Barrio Colombia


El tema de la próxima sesión es “Soñar cantando mi país”, a cargo de Carlos Palacio, mejor conocido como Pala, compositor, cantante y guitarrista colombiano, considerado por la crítica especializada como uno de los mejores letristas de su género en el país y ganador del Premio Nacional de Música del Ministerio de Cultura. En sus canciones no sólo hay uso de metáforas, humor e ironía, sino también intertextualidad con la creación estética de diversos artistas del canon universal. Sus temas principales son el amor, el carpe diem, la historia e idiosincrasia colombiana y la urgencia de romper con una mentalidad conservadora, inquisitorial y ultracatólica. Es miembro de la Fundación Barrio Colombia, organización cultural sin ánimo de lucro creada en 2007 con la misión de contribuir al fortalecimiento de la cultura y el arte de Colombia por medio de vías alternativas.


* * *
Entrada libre
Lugar:            Casa Museo Otraparte / Carrera 43A n.º 27A Sur - 11 / Envigado
Fecha:            Mayo 5 de 2018
Hora:             2:30 p. m.

Ver formulario de evaluación de la conferencia:

Escuchar transmisión en vivo:

Para participación y realizar preguntas en línea, favor comunicarse
a nuestra línea 448 24 04 o a nuestro correo:
gruposofos@gmail.com

Para obtener información adicional puede comunicarse con nosotros al correo electrónico gruposofos@gmail.com. En nuestro blog http://gruposofos.blogspot.com podrá consultar la programación, la metodología de trabajo y la presentación del grupo. O puede también comunicarse con la Casa Museo Otraparte: Teléfono: 448 24 04 - Correo electrónico: otraparte@otraparte.org - Sitio web: www.otraparte.org.


* * *

Lectura preliminar

Cinco en castellano, cero en religión

Por Juan Carlos Garay
¿Que en Colombia no tenemos buenos letristas? Basta con escuchar a Pala para recuperar las esperanzas.

A finales de septiembre tuvo lugar en Medellín el II Festival de la Canción Itinerante, un encuentro organizado por nuevos cantautores para, según el comunicado oficial, replantear “el estereotipo del cantautor como un activista que abraza un trasnochado discurso y que precisa de una chimenea o una fogata para presentar su panfleto cantado”. En ese ejercicio, cumplido a cabalidad, sobresalió la figura de Carlos Palacio, ‘Pala’, como un compositor ingenioso y certero, magistral en el uso del castellano y en el recurso de la ironía esparcida por sus canciones.

Pala regresó de una temporada de dos años en Buenos Aires y el resultado es Yo y Ya, un álbum que por causas naturales suena a rock argentino. Pero la fuerza está en sus letras: una curiosa mezcla de Joaquín Sabina con Fernando Vallejo, que lo consolida como un observador implacable, capaz de autodefinirse sin compasiones (“un experto en triunfar al revés”) o de mirar el mundo con perspectiva de tahúr (“la vida es este gran casino-cabaret / donde sólo quien no apueste va a perder”). Por no hablar de su original visión de las relaciones de pareja: “Soy, digamos, tu portero / pero cierro cuando quiero”.

Todas sus observaciones van fluyendo sazonadas por ese voseo que es común a Medellín y Buenos Aires y que, en canciones, suena tan agradable. “En Bogotá tienen el usted afectuoso pero no me sale natural”, dice el tipo que alguna vez escribió una canción llamada “Usté sabe que te quiero”.
Y en cuanto a las influencias, Pala asegura, como buen cantautor, que “vienen más de lo que leo que de lo que escucho. La influencia principal es la ciudad y luego las lecturas de filosofía, de historia”. A eso hay que sumarle una especie de eje que recorre su disco: un anticlericalismo ácido que recuerda al ya mentado Vallejo. “Es que adoro la ciencia y no creo que la fe sea un valor”, explica. Se refiere a la creencia en intangibles, pero olvida que la melancolía o la irreverencia tampoco tienen medición científica, y están en sus canciones todo el tiempo.

Fuente:

* * *

La poesía cantada de Carlos Pala

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

El artista antioqueño es uno de los representantes más sobresalientes de la canción latinoamericana en Colombia.

Carlos Pala no cree en la inspiración, porque, si eso existiera, trabajos como el suyo no tendrían ningún mérito. Sería como un extraño personaje a la espera de una musa portadora de una suerte de regalo. Prefiere pensar que su caos es útil para componer y por eso se declara incapaz de trabajar tres horas seguidas en una creación. Va por fragmentos y, aunque desde el comienzo tiene una idea básica de lo que quiere expresar, no se complica hasta que el tema está terminado. En ese momento empieza la labor de refacción en la que puede tardar meses, porque es un compulsivo corrector de sus propios textos.

Esta condición hace que Pala, cuyo verdadero nombre es Carlos Palacio, no se sienta del todo cómodo con la expresión cantautor, porque puede crear el imaginario de alguien que llega con una guitarra y una boina roja a cantar al lado de una chimenea una canción como “La era está pariendo un corazón”, del cubano Silvio Rodríguez. Él no tiene diferencias con los cantautores de izquierda ni con los de derecha, por lo que exige su derecho a desmarcarse. Más bien, se queda con el término castizo de cancionista o de canción de autor.

“Es indiscutible que existe un hilo conductor entre los tradicionales trovadores y los nuevos exponentes de la canción, porque el género es imperecedero. Sin embargo, desde hace algunos años, nuestras generaciones están muy interesada en desprenderse del estigma del cantautor de los años 60 y muchos artistas, incluso, rechazan la expresión para evitar el sesgo político”, comenta Carlos Pala, quien considera que el boom de las sonoridades colombianas ha estado beneficiado por la crisis de la industria discográfica tradicional y la apertura de los mercados alternativos.

Decidió estudiar música en Cuba porque los costos de academia entre el Instituto Superior de Artes de La Habana y la reconocida Berklee, que ofrecían currículos similares, tenían más de dos ceros de diferencia en el recibo de pago. Aunque también optó por la mayor de las Antillas porque durante mucho tiempo fue seguidor de un formato trovadoresco que tuvo en la isla una evolución particular.
Durante sus años de formación en Cuba, luego de su paso por Colombia y su estadía prolongada en Argentina, el humor ha sido una herramienta indispensable. Pala admira a los buenos comediantes y cree que hacer reír es la finalidad máxima, aunque es de doble filo porque se puede caer en el lugar común. “Soy muy panfletario y me gusta poner las cartas sobre la mesa. Si voy a ser demagogo, que sea de frente, sin maquillajes ni máscaras”, dice este músico que hace rato entendió que no es cantante, según él, porque tiene una voz muy limitada y más bien se dedica a narrar sus vivencias a través de metáforas extrañas.

Carlos Pala es uno de los representantes más comprometidos y juiciosos de la canción latinoamericana en Colombia, un movimiento que tiene figuras tan importantes como el argentino Kevin Johansen, el español Ismael Serrano y el uruguayo Jorge Drexler, con quienes ha tenido largas jornadas de retroalimentación.

“Lo que percibo es que los colombianos nos enorgullecemos de algunas cosas un poco tarde. Cuando aparecieron los Carrangueros había cierto sentimiento de comicidad y no un movimiento que arropara a Jorge Velosa como una autoridad en la materia. A ese tipo de valoraciones de las manifestaciones siempre hemos llegado tarde. La nueva canción fue perecedera y, cuando arribamos, los valiosos ejemplos locales no habían sido muchos y su tiempo había pasado”, afirma Pala, quien asume el riesgo de explorar algunos temas porque involucran peleas personales.

Las salas de 300 o 400 personas en Buenos Aires fueron por mucho tiempo su fortín. A Medellín regresó hace algunos años y en 2011 fue uno de los invitados especiales del VI Congreso de la Música, en el que cantó acompañado por una banda sinfónica en el Teatro Metropolitano, con capacidad para unos 1.500 espectadores. Este artista antioqueño es el protagonista ahora de la actividad “La poesía cantada de Carlos Pala”, en la que realizará un recuento por sus versos más conocidos, su música más divulgada y su imaginación inagotable.

Fuente:

Grupo Sofos
Correo electrónico: gruposofos@gmail.com